Críticas, ruidos y sonidos irritantes, caminas siguiendo una sombra que no alcanzas a vislumbrar, un intenso ardor acoge tu pecho expandiendo y contrayendo dejándote el hueco sangrante. Dibujas una espada imaginaria, un escudo de plata, una capucha para ocultar lo que eres mostrando lo que te gustaría ser.
Un golpe en falso a un saco desgastado, una vieja venda amarilla cubriendo nudillos heridos, un reflejo que no te representa.
¿Qué intentas?
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